Mis niñas parsis me dan la bienvenida.
Ellas se quedaron aquí, sonriendo,
dueñas de su casa.
Como hasta la mesa ikea,
que era provisional,
¡y más para un salón siendo de cocina!
El perro azul y la gata verde
curiosamente siguen a punto
y en punto
tampoco se quedaron atrás...
Y la que mira, por fin
no lo hace "de prestao".
Y todo lo mira,
cada detalle de luz
y color y calor.
Aquí todo encaja.
¡Feliz entrada!
Pasa, pasa...
Escucha...
Ahora canta Marisa Monte:
"... só não se perca ao entrar
no meu infinito particular"
jueves, 31 de diciembre de 2009
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