jueves, 6 de noviembre de 2008

Piscis

Recuerda un día que era como todos cuando llegaban al mar,
sólo que aquél de Figueira da Foz lo recuerda
porque pensaba lo que ahora yo escribo.

Se sentaba en la playa mientras él
se quitaba la ropa y corría hacia la orilla.
Metía la mano en la bolsa para sacar cualquier cosa
y cuando volvía la vista ya estaba nadando.
A los 5 minutos si volvía a mirar ya no le veía.

Aquella vez volvió sonriendo, feliz,
rejuvenecía como 20 años con aquella operación.
Y le salpicaba de agua sacudiéndose
(ella también feliz en ese momento,
le quería con todos sus defectos).

Pensaba que así era su verdadera naturaleza,
la suya más espectadora, la de él más exploradora.

Y una vez más se repitió la escena,
pero él se ha debido ahogar
porque ella seguía sentada
y aunque fuera hiciera sol
en su reservado de arena llovía y llovía
y ha nacido ansia mundana
y le ha visitado la tormenta
llenita de truenos y relámpagos
y de algún que otro arcoiris

El de los peces de colores no ha pasado
pero ella por fin se ha levantado

Lo sé porque la estoy viendo en el chiringuito
tomándose una tapita, por Obama

Tampoco creo que por ahora vaya muy lejos
a no ser que descubra otra nueva historia que observar
con ella nunca se sabe

pero siempre soñará con participar...
... La vida es tu película, sé protagonista.

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