No del todo consciente aunque sin mucha resistencia, fue metiendo en un saco todo lo que hacía ruido. Supone que se lo pedía el cuerpo, que no oía bien. Pero cuanto más lo llenaba, menos defensas, y el saco crecía y crecía y a punto de estallar, lo cerró. Aún casi sin fuerzas bajó a tirarlo…
Se ha quedado mirando cómo caía al abismo
por poco se cae detrás de él.
Ahora ya empieza a escucharse…
Cómo le pone la luz sobre el texto
su letra a mano
Stendhal, Rojo y Negro, 1830
y sentir que su mente despierta
cada día un poco más
Salir a mover las piernas
bajar a tomar café
Y saludar por los pasillos
a Cela, Delibes, Umbral
Hierro, Marsé…
Pensar que atrás quedó el glamour mentiroso
cómo la niña de An Education
cuando le dicen que aún puede ir a Oxford
¡Y QUÉ SI NO ES LA FUENTE
QUE LE ACLARE
LAS BREVES COSAS GRANDES
QUE TENGA QUE DECIRLE!
... Hoy
encontré un tesoro:
http://amediavoz.com/poetas.htm
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2 comentarios:
Me encanta ver que últimamente escribes en verso..... te leo y te veo!!
Yo también te veo, con la sudadera del chándal azul sacando recortes de cartulinas de colores por una Mérida-mundo.pocoyó :)
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