Estaba con el pasado futurista de Marinetti
y sus ideas cedidas al Fascismo,
cuando violentas irrumpieron
voces del más allá…
Voces del mundo de los vivos,
con su infantil impaciencia
y sus juguetes digitales,
así, como dando saltitos:
¡Hola!, ¿Qué tal?,
¡Uy! ¡Cuánto tiempo! ¿no? ;-)
Zang-Tumb-Tumb,
ya adrede ruidoso y caótico,
hubiera sido más apropiado
(como temporal quebranto
de su en celo eterno)
... y mañana, D.M.,
volverá a la paz de sus muertos.
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