miércoles, 24 de septiembre de 2008

Nacionalismo Provinciano


Ortega y Gasset, Europa y la Idea de Nación


Un “pueblo” es una colectividad constituida por un repertorio de usos tradicionales que el azar o las vicisitudes de la historia ha creado. Vive inercialmente de su pasado y nada más. Se ha originado mecánicamente. En Nigeria, para distinguirse entre los distintos pueblos exclaman “¡Ese baila con otro tambor!”.

La nación europea, pretende representar una “manera de ser hombre”, más perfecta, bien fundada y proyectada sobre el porvenir.

La “unitaria cultura europea”, con propio estilo por cada nación: En 1900 “ser inglés”, “ser francés”, era representar la mejor figura de humanidad, incitaba a unos y a otros hacia mayor perfección.

Así la idea de Nación implicaba un programa de vida hacia el futuro, hoy las naciones de Europa se quedaron sin porvenir. Nada más grave puede acontecer a los hombres o a su pueblo que sufrir la amputación de ese órgano vital que es el porvenir. Sin porvenir, se desmoraliza, se envilece.

La idea de Nación, tal y como había sido entendida ya no podía proyectarse. Sólo podía salvarse poniéndose en camino hacia una supra-nación, hacia una integración europea.

Es para Ortega un hecho escandaloso que por encima de los enormes problemas de los pueblos europeos, y de la intolerancia de cada uno hacia los demás –cultivando el folklore y monumentalizándolo de manera grotesca- no exista ninguna política europea que afronte esos problemas.

El “nacionalismo hacia fuera” les llevaba a “vivir, moverse, y ser”. Han dejado de ser naciones y se han convertido en provincias. Así cada país de Europa vive en un “provincianismo” sin más excepción que Suiza. Cada uno debía sentirse avergonzado por ello, “yo tengo cierta autoridad para hacerlo, por ser el decano de la Idea de Europa”.

1 comentario:

Unknown dijo...

Ojalá leyeran más a Ortega. Espero que nos coja el toro en nuestra desunión cuando una amenaza externa nos vaya a llevar por delante